1. Transformación de voltaje
Lo primero que hace la fuente es bajar o subir el voltaje. Por ejemplo, la corriente que llega de la calle viene con un voltaje muy alto (como 120V o 220V), y eso puede quemar los componentes. Entonces, la fuente usa un transformador para dejar ese voltaje en algo más bajito que sí se pueda usar, como 12V o 5V.
2. Rectificación
Aquí la corriente pasa de ser alterna (AC) a directa (DC). La corriente de la calle sube y baja como una ola, y los aparatos electrónicos no pueden trabajar con eso. Por eso, se usan unos diodos para hacer que la corriente solo vaya en una dirección, como si la ola solo subiera.
3. Filtrado
Aunque ya es corriente directa, todavía tiene como “onditas” que molestan. Entonces, la fuente usa condensadores para dejar la corriente más plana y limpia. Es como cuando pasas agua por un filtro para quitarle las piedritas.
4. Regulación
Finalmente, la fuente se asegura de que el voltaje no cambie, aunque varíe la carga o el uso. Para eso usa un regulador de voltaje, que mantiene todo estable. Es como un guardaespaldas que no deja que nada se descontrole.
